La primera de las decisiones a tomar, una vez firme el deseo de ser empleado público, es la de determinar cuál es el cuerpo, escala o grupo que más se ajusta a mi perfil personal y académico y que, por lo tanto, menos escollos puede albergar a la hora de obtener el objetivo.
Eliminando, lógicamente, los procesos selectivos que requieren una titulación determinada, como Enfermería, Fisioterapeutas, Abogacía del Estado, etc… nuestras grandes dudas llegarán cuando debamos decidir entre distintos cuerpos como, Administración, Instituciones Penitenciarias o Justicia.
Aún mas complejo sería centrar la idea de a qué grupo o escala acceder, ya que nos veremos limitados por la titulación académica que obtenemos en el momento del inicio del proceso selectivo.
Aunque nuestra inclinación hacia una determinada disciplina, o el deseo de tener un determinado nivel dentro de la administración sean factores a tener en cuenta, creemos que hay que dar una gran ponderación al sistema selectivo que las distintas administraciones utilizan, e intentar escoger aquellos sistemas selectivos que más se ajusten a nuestras habilidades y capacidades.
La experiencia y la generalidad nos determina que siendo grupo de funcionarios que no requieren titulación, escalas de Subalterno, Auxiliar de servicios, etc… debemos de tener en cuenta que muchas pruebas selectivas tendrán que ver con conocimientos de oficios, de los cuales, si no tenemos experiencia, pueden resultar de gran complejidad, sin embargo, la carga teórica en la rama de Derecho será escasa, circunscribiéndose a pocos temas generales.
Si abogamos por el deseo de ir a procedimientos de grupos C2 debemos de entender, que, en la mayoría de los casos, la carga de Derecho será mayor y muy probablemente tengamos que afrontar pruebas psicotécnicas, cuya preparación es inevitable de forma previa.
Los grupos C1 y A2, correspondientes a niveles Administrativo y Gestión, tendrán una gran carga de Derecho que no será exclusivamente tratada desde un punto de vista teórico, sino también, desde un punto de vista práctico. Esta exigencia práctica puede venir en forma de preguntas tipo test o preguntas de desarrollo, lo cual implica un aprendizaje previo en la forma de expresión, en la ordenación de ideas y en la capacidad de síntesis. Si bien en la mayoría de los casos se limitará el proceso selectivo a la carga de Derecho, quedando fuera del proceso las pruebas psicotécnicas o de otra índole.
Por último, pero no despreciable, en el caso de no tener méritos profesionales por trabajos ya efectuados para la Administración, es el factor del sistema de selección determinado, ya que, deberemos de preferir siempre procesos consistentes solo en oposición y no en concurso-oposición, ya que este último ponderará la experiencia profesional de interinos que mermará nuestra posibilidad de obtener nuestro objetivo, en algunos casos, independientemente de lo bien que hayamos realizado las pruebas teórico-prácticas.